Madurez emocional
La madurez emocional es un estado de sabiduría, estabilidad y desapego.
El arte y la habilidad de la observación desapegada nos permiten aprender importantes lecciones acerca de nosotros mismos y acerca de las relaciones interpersonales, lecciones que son esenciales para progresar en la vida, social y profesionalmente, así como psicológica y emocionalmente.
La madurez emocional reside en la habilidad de interactuar con base al amor espiritual. Somos fuertes pero no ásperos, resistentes pero no insensibles. La madurez emocional es el estado interno cultivado y desarrollado en el que la energía del alma circula libremente, no hay bloqueos emocionales ni pérdidas de energía.
Madurez emocional significa comprender nuestras tendencias profundas, conocer nuestras fortalezas y debilidades y tratar con ellas. De esta forma nuestras debilidades no se convierten en un impedimento o fuente de sufrimiento o pesar, y nuestras fortalezas no se convierten en una fuente de arrogancia.
La madurez emocional se adquiere a lo largo del tiempo a través de la interacción con las personas y a través de la participación con grupos de personas en diversos proyectos. Excepto en casos inusuales, no es posible volverse emocionalmente maduro desde el aislamiento. Una combinación de meditación, estudio, desarrollo de habilidades y servicio para el beneficio de los demás ayudan en cada paso del proceso de maduración.
Todos los elementos de nuestra vida, los encuentros, actividades y experiencias que tenemos (tanto agradables como desagradables) ofrecen oportunidades para desarrollar la madurez emocional. Si hemos integrado la fortaleza interna en nuestro ser, nos ponemos a la altura de los retos, trascendemos nuestras limitaciones y damos pasos hacia delante en el viaje de nuestra vida. Si no tenemos fortaleza interior esos retos pueden debilitarnos o forzarnos a reaccionar con acciones erróneas o desesperadas, con deshonestidad e incluso con agresividad. La madurez emocional se revela a través de las muchas victorias que conducen al sentimiento de libertad interior.
Es así como los factores ambientales desempeñan en ella un papel muy bien marcados pero la madurez no depende del volumen de conocimientos del sujeto, sino del modo como los utiliza. La madurez implica el llegar a ser autosuficientes ( decidir por sí mismo) adquiere su plena manifestación en el adulto, sin que esto quiera decir que por el hecho de serlo se adquiere automáticamente. No hay una edad fija para llegar a ella, simplemente el equilibrio personal se logra en el transcurso de la vida del individuo. A medida que el hombre crece y madura, va acumulando mayores conocimientos sobre la vida y valor a las nuevas experiencias en relación con el sistema de valores medios que ha acumulado con el tiempo.
Las nuevas experiencias influirán sobre él, imprimiéndole características propias y permitiéndole adquirir otras aptitudes que lo capacitarán para crear su propia filosofía de la vida, la que le ha de permitir comprenderse mejor y comprender también a todos los que lo rodean.
La madurez emocional lleva implícita la capacidad de desarrollarse y de expresarse cada vez mejor, de igual manera que la posibilidad de mantener un equilibrio relativamente constante como producto de la integración de la personalidad como un todo, lo que permitirá al individuo proyectarse en todos los campos y practicar sus relaciones armónicamente con sus semejantes. La madurez puede valorarse tomando en cuenta ciertos criterios que nos permitan darnos cuenta del grado hasta el cual podamos hábilmente ponernos en contacto con nuestros semejantes. De esta manera, estableciendo algunos de esos criterios, podemos decir que somos emocionalmente maduros si:
- Manifestamos nuestros sentimientos en forma constructiva.
- Tratamos de interpretar los sentimientos de los demás con ánimo de servir.
- Sentimos por nuestros semejantes el mismo respeto que por nosotros mismos.
- Tenemos paciencia con los demás y podemos amoldarnos a las circunstancias.
- Estamos seguros del efecto que produce nuestra conductas sobre los demás.
- Aceptamos responsabilidades y nos consagramos a ellas hasta su cumplimiento.
- Tenemos mentes definidas y trabajamos en forma autónoma para alcanzarlas.
- Tomamos decisiones pero aceptamos las críticas sin ofendernos.
- Llevamos una vida agradable pero sabemos controlar nuestra conducta.
- Nos gusta estar acompañados pero también podemos gozar de la soledad.
La madurez emocional posibilita al individuo a adquirir el sentido del humor, que es una de las cualidades más estimadas. Por otra parte, cultivar el sentido del humor siempre contribuirá a disminuir las tensiones en los momentos más difíciles y a restablecer el clima de armonía que todos deseamos. La capacidad para ver el lado alegre de la vida no la tiene todo el mundo, pero puede obtenerse. Para adquirir el sentido del humor necesitamos practicar ciertas formas de comportamiento que nos permitan encontrar los materiales adecuados. Por ejemplo:
- Debemos prestar atención a los demás, si no tenemos interés en ellos no encontramos nada que nos distraiga ni a nadie con quien divertirnos.
- Hay que ser observadores. Observar a la gente siempre es instructivo, ya que podremos encontrar incidentes o conductas curiosas que nos permitirán desarrollar un buen sentido del humor.
- Tenemos que contarle a alguien cualquier experiencia agradable que tengamos, cuidando que la persona a quien se la contemos sepa valorarla.
- Hay que aprovechar todas las ocasiones para contar cualquier anécdota divertida, así adquirimos soltura como buenos narradores.
Introducción
Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia. Las emociones tienen una función adaptativa de nuestro organismo a lo que nos rodea. Es un estado que sobreviene súbita y bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y más o menos pasajeras.
En el ser humano la experiencia de una emoción generalmente involucra un conjunto de cogniciones, actitudes y creencias sobre el mundo, que utilizamos para valorar una situación concreta y, por tanto, influyen en el modo en el que se percibe dicha situación.
La madurez emocional es una cualidad de la conducta de la persona, es un producto de la vida de relación y de la posesión de un subconsciente que trabajó en la formación de un sistema de valores, desarrollados a partir del hogar, de la religión, de la moral y de otros modelos de conducta.
En la madurez, el ser humano alcanza su momento de máximo desarrollo intelectual y emocional.
La vida es un proceso de maduración constante.
De niños somos unos seres plenamente dependientes de nuestros padres, pero conforme vamos creciendo vamos siendo cada vez más independientes en todos los sentidos.
La vida es un proceso de maduración constante.
De niños somos unos seres plenamente dependientes de nuestros padres, pero conforme vamos creciendo vamos siendo cada vez más independientes en todos los sentidos.
Conclusión
Conocemos nuestras emociones gracias a su intromisión en nuestras mentes conscientes, sea ésta bienvenida o no. Pero las emociones no evolucionaron como sentimientos conscientes. Evolucionaron como resultado de especializaciones de la conducta y fisiológicas: respuestas físicas controladas por el cerebro que permitieron sobrevivir a organismos antiguos en entornos hostiles y procrear.
Ya hemos hablado de la importancia de madurar y como ello va a mejorar nuestra vida y nuestra calidad de vida. Imaginemos un enfermo que sale del hospital pero que se niega a hacer deporte porque niega su enfermedad y la intenta eludir, esto afectará negativamente su salud, en cambio si se acepta, comprende y esa persona comienza a hacer deporte mejorará mucho su calidad de vida.
Lo mismo ocurre con la gente con ideologías absurdas, fascistas o este tipo de ideologías que están en contra de los demás, solo la gente poco madura se puede permitir estas ideologías porque alguien que ha madurado emocionalmente debido a sus experiencias empatiza mucho más con el mundo, la vida y no solo eso, sino que entiende mejor la vida, cuando ocurre esto se deja de perseguir el egoísmo puro o el hacer dinero por hacer y se empiezan a buscar cosas más profundas, cosas que harán que tú vida cobre sentido y que además tenga sentido el día de tu muerte.
Bibliografía
· revista-digital.verdadera-seduccion.com/madurez
· www.pibvallarta.com/doc/MADUREZ%20EMOCIONAL.doc –
México
Las emociones
Las emociones son experiencias muy complejas y para expresarlas utilizamos una gran variedad de términos, además de gestos y actitudes. De hecho, podemos utilizar todas las palabras del diccionario para expresar emociones distintas y, por tanto, es imposible hacer una descripción y clasificación de todas las emociones que podemos experimentar. Sin embargo, el vocabulario usual para describir las emociones es mucho más reducido y ello permite que las personas de un mismo entorno cultural puedan compartirlas. En la siguiente tabla se muestran algunos tantos en sus vertientes positivas como negativas.
Emociones positivas | Emociones negativas | ||
Me siento ... | Siento ... | Me siento ... | Siento ... |
Bien | Bienestar | Mal | Malestar |
Feliz | Felicidad | Desgraciado | Desgracia |
Sano | Salud | Enfermo | Enfermedad |
Alegre | Alegría | Triste | Tristeza |
Fuerte | Fortaleza | Débil | Debilidad |
Acompañado | Compañía | Solo | Soledad |
etc. | etc. | etc. | etc. |
La complejidad con la que podemos expresar nuestras emociones nos hace pensar que la emoción es un proceso multifactorial o multidimensional. Uno siempre tiene la impresión de que le faltan palabras para describir con precisión sus emociones.
Pero debajo de esta complejidad subyace un factor común a todas las emociones: cada emoción expresa una cantidad o magnitud en una escala positivo/negativo. Así, experimentamos emociones positivas y negativas en grados variables y de intensidad diversa. Podemos experimentar cambios de intensidad emocional bruscos o graduales, bien hacia lo positivo o bien hacia lo negativo. Es decir, toda emoción representa una magnitud o medida a lo largo de un continuo, que puede tomar valores positivos o negativos.
Origen de las emociones
De dónde surgen las emociones? Biológicamente, éstas surgen como una respuesta del sistema límbico con un propósito adaptativo, pues favorecen la supervivencia del organismo y posibilitan la autodefensa de los individuos.
Charles Darwin, en su obra, consideraba que las emociones eran resultado de la evolución, y que su expresión es una forma de comunicación necesaria para indicar a los demás cómo se deben comportar ante nuestro estado de ánimo. Así, el lenguaje emocional se considera el lenguaje más primitivo, pues se ha comprobado que personas de diferentes culturas presentan expresiones faciales y posturales muy similares, y nos permiten, incluso, identificar su significado entre sujetos de otras especies, dado que se trata de un repertorio de respuestas motoras innatas.
Por ejemplo, ante una situación de peligro, el organismo puede generar una reacción general de alerta con el fin de posibilitar las condiciones para que el sujeto sea capaz de responder de la forma más adecuada ante esta situación. Así, es normal que ante una situación estresante aparezca una respuesta emocional de miedo o de rabia, y nuestro cuerpo experimente un aumento de la frecuencia y fuerza del latido del corazón, así como de la capacidad respiratoria, o se nos dilaten las pupilas. Todos estos cambios fisiológicos son provocados por el aumento de riego sanguíneo en los órganos que precisan responder rápidamente ante la citada situación, ya sea por medio de la defensa, el ataque o la huida.
Charles Darwin, en su obra, consideraba que las emociones eran resultado de la evolución, y que su expresión es una forma de comunicación necesaria para indicar a los demás cómo se deben comportar ante nuestro estado de ánimo. Así, el lenguaje emocional se considera el lenguaje más primitivo, pues se ha comprobado que personas de diferentes culturas presentan expresiones faciales y posturales muy similares, y nos permiten, incluso, identificar su significado entre sujetos de otras especies, dado que se trata de un repertorio de respuestas motoras innatas.
Por ejemplo, ante una situación de peligro, el organismo puede generar una reacción general de alerta con el fin de posibilitar las condiciones para que el sujeto sea capaz de responder de la forma más adecuada ante esta situación. Así, es normal que ante una situación estresante aparezca una respuesta emocional de miedo o de rabia, y nuestro cuerpo experimente un aumento de la frecuencia y fuerza del latido del corazón, así como de la capacidad respiratoria, o se nos dilaten las pupilas. Todos estos cambios fisiológicos son provocados por el aumento de riego sanguíneo en los órganos que precisan responder rápidamente ante la citada situación, ya sea por medio de la defensa, el ataque o la huida.
Tipos de emociones
La mayoría de los expertos e investigadores en el tema de las emociones concuerdan que existen básicamente dos tipos de emociones:
1. Las emociones primarias.
2. Las emociones secundarias.
¿Que son las emociones primarias? Las emociones primarias son aquellas que se desencadenan en respuesta de un evento. Por ejemplo: "el miedo".
En cambio las emociones secundarias son aquellas que surgen como consecuencia de las emociones primarias. Si estamos sintiendo miedo, lo que sería una emoción primaria, como respuesta a la misma la emoción secundaria podría ser: "rabia o sentirse amenazado". Dependiendo de la situación a la que nos estamos enfrentando.
William James, un experto e investigador famoso en el campo de las emociones, considera que las emociones primarias son: "el amor, el miedo, el duelo y la ira". Por otro lado Robert Plutchik que es otro investigador y experto en este campo, considera como emociones primarias: "el miedo, la rabia, la tristeza, la sorpresa, la aceptación y la alegría".
Lo importante en el tema de los tipos de emociones es poder reconocer cuál es la principal emoción que sentimos y luego descubrir todas las emociones que surgen a causa de la misma.
Existen 6 categorías básicas de emociones.
MIEDO: Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad, incertidumbre, inseguridad.
SORPRESA: Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar una aproximación cognitiva para saber qué pasa.
AVERSIÓN: Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos produce aversión.
IRA: Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.
ALEGRÍA: Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de bienestar, de seguridad.
TRISTEZA: Pena, soledad, pesimismo.
Si tenemos en cuenta esta finalidad adaptativa de las emociones, podríamos decir que tienen diferentes funciones:
MIEDO: Tendemos hacia la protección.
SORPRESA: Ayuda a orientarnos frente a la nueva situación.
AVERSIÓN: Nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.
IRA: Nos induce hacia la destrucción.
ALEGRÍA: Nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel suceso que nos hace sentir bien).
TRISTEZA: Nos motiva hacia una nueva reintegración personal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario